Internet, aunque esté repleto de textos escritos, no tiene nada que ver con las novelas o la prensa tradicional. Si piensas que solamente escribiendo artículos interesantes harás que tu página salga primera en Google, los tiros no van por ahí.
Internet, aunque esté repleto de textos escritos, no tiene nada que ver con las novelas o la prensa tradicional. Si piensas que solamente escribiendo artículos interesantes harás que tu página salga primera en Google, los tiros no van por ahí.
Si quieres ganar visibilidad en la Red, tienes que hacerte 3 simples preguntas:
Incluso los mejores textos no servirán de nada, si nadie los encuentra.
La primera respuesta se esconde en los informes de Google Analytics. La segunda depende de la naturaleza de tu negocio. La tercera, sin embargo, tiene que ver con un buen plan de contenidos y, redoble de tambores, textos optimizados para SEO, es decir, los buscadores, pero también para usuarios reales.
Al fin y al cabo son ellos quienes hacen (o no) click en tu contenido.
Por ello, no suelo decir que me dedico a la redacción de textos SEO y punto pelota. Prefiero referirme a ellos como textos que posicionan y que enamoran.
Con propuestas de artículos para el blog o las redes sociales.
Para mejorar el posicionamiento de las webs en Google y otros buscadores
en francés, inglés o polaco. Teniendo en cuenta el perfil del público objetivo.
En forma de artículos de interés, checklists e infografías. Y sin pagar un duro.